Ayer murió Watanabe mientras yo hablaba de él, como en un cuento de Marías. Hablabamos de poetas, de Vallejo y de Oquendo de Amat. Y Matías mencionó a Watanabe. Y luego Watanabe ha muerto, mientras hablabamos de él.
Inevitablemente, pienso en piedras. Redondas y humedecidas por la corriente; esperando tanto tiempo. Ahora han alzado vuelo.
Thursday, April 26, 2007
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment