Y estoy feliz por ello. Es demasiado soberbio y demasiado ignorante de mi parte, lo sé. Pero eso no quita ni un ápice a la felicidad que siento cuando uno de los fans de Joey Satriani que, lamentablemente, infestan las calles de mi ciudad (en una cantidad enfermisa para lo chiquita que es) me miran con pena cuando les digo que jamás en mi vida he escuchado Wish you were here. Y probablemente el empujón final para no escucharlo fue la enésima repetición del especial del Jammin con Space Bee tocando las canciones de Pink Floyd (especial que, además, me llevó a dejar de ver jammin). Y es que preferiría mil veces verlos tocar sus propias canciones, aunque me pareciesen basura (cosa que no sucede, observen el tiempo verbal por favor) antes que oirlos, de nuevo, tocar Radiohead o Pink Floyd.